sábado, 13 de febrero de 2010

Lectura de Clifford Geertz


Es muy frecuente el querer comprender las obras de arte desde el punto de vista técnico, pero por mucho que se analice el cómo está ejecutada una obra (su proporción, su cromatismo, etc.), todo esto se queda en lo meramente superficial, no se llega a entender la obra. Por este motivo, el arte debe situarse en el contexto en el que se ha creado para conseguir las herramientas que nos ayuden a comprenderlo (No hay que olvidar que el arte es una actividad de la sociedad humana más, y por tanto es un producto de la misma).
Por este motivo, en ejercicios anteriores defiendo que es imposible entender completamente una obra ajena a nuestro entorno cultural (ya sea porque pertenezca a otra cultura o porque fuera creada hace siglos). Si no estás familiarizado con todos lo acontecimientos que rodearon la creación de la obra, podrás estudiar el porqué y el cómo, pero no podrás llegar a comprenderla íntegramente, como quizá podría entenderla quien pertenezca a ese contexto. En resumen, el arte se origina en una cultura, cultura de la que surge una sensibilidad y un entendimiento del mundo propios, y de ello surge el hecho artístico.
Así pues, resulta casi imposible explicar obras artísticas, ya que no sólo se crean en una sociedad, sino que se crean por personas cuyas circunstancias y vivencias son únicas, algo que condiciona su forma de ver la vida y de expresarse. Por ejemplo: ¿quien podría entender las arañas como símbolo de protección, excepto Louise Bourgeoise? Incluso personas pertenecientes a su misma cultura no entenderán las arañas de este modo, y las asociarán seguramente con el temor, el asco o la mera indiferencia.
En resumen, entiendo que ésta es la idea que el texto pretende transmitir (idea con la cual, como ya he apuntado, he estado de acuerdo desde el principio), aunque pierde el sentido en una maraña de ejemplos que no resultan clarificantes y nos apartan de la idea principal, difuminándola y haciéndola poco entendible.

Tras la lectura de este texto se deduce que un buen educador artístico será aquel que ayude a sus alumnos a relacionarse correctamente con su entorno cultural, de modo que sea capaz de entenderlo y expresarse en él, además de darle las herramientas necesarias para que sea capaz de acercarse a otras culturas para poder entender obras ajenas a la suya. Por ejemplo, en estos momentos un educador artístico deberá estar familiarizado con el mundo de los ordenadores, ya que las nuevas generaciones se crían en este mundo, y el ordenador será su mayor herramienta de comunicación y expresión.

1 comentario: